"Como ilustradora, adoro las palabras. Me gusta cómo
señalan con supuesta precisión a su sujeto, y cómo es de mentirosa su
“objetividad”, tanto como para poder darle vueltas con una imagen.”
Isol
(Marisol Misenta)
La
ilustradora checa Kveta Pacovská a los 91 años, mostrando uno de sus libros en un taller celebrado en Valladolid (España). Fotografía de Marc Taeger. |
La palabra “ilustrar” tiene muchos significados: aclarar,
adornar, instruir... Las ilustraciones son imágenes asociadas con palabras que,
en muchas ocasiones, aclaran y complementan el contenido de un texto, lo
“adornan” y le dan color. En otros
casos, sin embargo, constituyen el propio mensaje que quiere comunicarse,
apareciendo sin necesidad de letras o precisando únicamente de unas pocas. La
ilustración consiste en representar conceptos a través de imágenes, dando a luz
a las ideas, sentimientos y pensamientos de sus creadores. La ilustración es,
en sí misma, un arte.
El arte de la ilustración ha existido desde siempre -las
pinturas rupestres de los prehistóricos ya eran ilustraciones-, pero no sería
hasta el siglo XX cuando se darían las condiciones óptimas para su completo
desarrollo: de un lado, el predominio de los movimientos artísticos
vanguardistas, que buscaban reinventar y renovar el arte; de otro, las
innovaciones tecnológicas en impresión, que favorecieron la difusión de la obra
de muchos artistas, así como el auge del libro como regalo. A mitad de siglo
(décadas de los 50 y 60), un estilo más expresivo y pictórico se pondría de
moda: fue el nacimiento del álbum ilustrado, donde texto e imagen conectaban,
complementándose en una misma página.
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